Tu mirada me hace grande

Miradas y más miradas, que dicen todo, y a veces nada. Miradas apasionadas, que miran al infinito, al rostro que nunca encontrarán perfecto, por que es imposible. Miradas arrepentidas, que se giran de repente cuando alguien la asimila.
A veces querría no pensar en que me están mirando, pero no es así, sin embargo yo hago como el que no se entera, intento disimular, me cuesta girar el cuello, por que eso sólo significaría una cosa, o rechazo o desprecio o lo peor, deseo. Por eso me cuesta mirar, por que mis ojos son tan débiles, tan frágiles que si se cruzaran pupila con pupila de un ser similar o superior, acabarían embaucándose del mismo, por eso no quisiera mirar, prefiero observar que no asume tanto riesgo.
Esta vida tan dura ha hecho que caiga a veces en la tentación como todo humano, que han sido acompañadas de un leve sufrimiento y también ha visto de manera diferente, cosas que no eran como en realidad lo son.
A partir de este momento el cuidado especial que requiere una mirada, será justo y preciso, por que malgastarla sería inútil con el tiempo.